Llevamos toda la vida en Torrelodones. Cocinando, viviendo y haciendo amigos en nuestro restaurante y en sus calles. A pesar de eso, muchas veces no tenemos ni idea de dónde procede el nombre de nuestro pueblo y cuál es su verdadera historia. Por eso, hoy hemos querido indagar un poquito más en estos temas y compartirlo con vosotros.

Antiguamente esta zona era conocida como Torre de Lodones y para economizar palabras se acabó llamando Torrelodones. Este nombre deriva por un lado de la torre Atalaya que todos conocemos y que domina el pueblo desde lo alto de una loma y por otro, del árbol Lodón, que abunda en esta zona. En la época andalusí esta torre tan familiar formaba parte de una muralla defensiva mucho más grande que se empleaba para intentar fenar a los cristianos.  Tenía encomendado el control del paso de posibles enemigos avisando mediante ahumadas diurnas y fogatas nocturnas. De esta torre y este árbol provienen los elementos de nuestra bandera.

Torrelodones está enclavado en un privilegiado cruce de caminos que la hizo ser lugar de paso de antiquísimas rutas Sur-Norte que atraviesan la sierra de Guadarrama, poniendo en comunicación las dos mesetas y también como lugar de paso de ancestrales caminos y senderos en dirección Oeste-Este, que interconectan los pueblos y lugares del piedemonte serrano.

La parte vieja del pueblo se configuró en la Alta Edad Media alrededor de una única calle, cuyo trazado se mantiene en la actualidad a través del eje viario conformado por la calle de Carlos Picabea, la plaza de la Constitución y la calle Real.

A lo largo del siglo XX esta zona se fue ampliando con las calles aledañas a la Avenida de Valladolid y con la creación del Barrio de La Cañada; y hacia el oeste, con el Barrio Vasco. Posteriormente, se urbanizaron el Monte de Los Ángeles, ubicado al este del casco histórico, y la base de la montaña del Canto del Pico, situada al norte.

Aunque a día de hoy lo que predominan son casas modernas de poca altura aún hay ejemplos de arquitectura rural de la Sierra de Guadarrama con sus tejados a dos aguas y sus gruesos muros de piedra. La Estación, también llamada Torrelodones-Colonia, surgió en el último tercio del siglo XIX, alrededor de la estación ferroviaria y en esta zona encontramos chalets y casas adosadas más o menos dispersas en la actualidad.

En 1890, el torero Salvador Sánchez “Frascuelo”, a su retirada decidió hacerse una casa en Torrelodones junto a la Estación, y se convertirá así en la primera persona que edificó en La Colonia.

Pues esta es una primera parte de la extensa historia de nuestra localidad en la que tenemos la suerte de vivir, cocinar y disfrutar de la vida.