No hay ninguna duda en que el pescado fresco es mucho más sabroso que el congelado. El problema que no todo el que nos venden es 100% fresco ya que ha podido pasar por varios procesos, como haber sido congelados inicialmente y luego descongelados poniéndolos a exposición como frescos.

Para averiguarlo es necesario conocer ciertas pautas antes de comprarlo y llevarlo a casa ya que si lleva varios días fueras del agua y se ha congelado, es decir, no está recién pescado, no es recomendable comprarlo.

Por otro lado, con el pescado congelado también es necesario conocer esas pautas porque aunque haya menos riesgo, es importante que no se haya alterado la cadena de frio, no puede haber habido variaciones en cuanto a la temperatura del mismo se refiere., puesto que si no se ve afacetada la calidad del pescado. 

Lo que si conlleva riesgo es comprar pescado fresco sin consumirlo en ese momento y decidir congelarlo en casa, los frigoríficos que se usan en el hogar no llegan a alcanzar el grado de temperatura optimo que proporcionan los frigoríficos industriales y por lo tanto es necesario extremar las condiciones. 

Eso sí, entre los pescados congelados se dan diferentes niveles, es mejor un pescado congelado que esté a la venta envasado al vacío y no piezas sueltas sin envasar. Y además hay pescado que soportan el frio mejor que otros.

Lo soportan bien: el salmón o el atún y el marisco y lo soportan peor: las sardinas, boquerones o cualquier pescado azul. Así como, los moluscos. 

1-  En pescaderías donde se repone continuamente el pescado, es donde hay que comprarlo.

2- Mirar las etiquetas para cerciorarnos que no están compuestos por aditivos ni conservantes.

3- Si hemos comprado el pescado y vamos a tardar en llegar a casa y le ha dado tiempo a descongelarse, es fundamental consumirlo en ese momento y no congelarlo para días posteriores.

4- Si en el pescado se ven pequeños cristales es que la cadena de frio se ha roto y por lo tanto, la textura del mismo se verá afectada.

5- Si el pescado una vez congelado muestra algunas partes como de estar cocido, es porque se ha quemado al tener contacto con las paredes del congelador.

6- Al comprarlo envasado es necesario que no tenga nada de líquido dentro, ha de estar seco totalmente.

7- En ningún momento el pescado debe contener un color amarillo, si es así habría que tirarlo y bajo ningún concepto consumirlo.

1- En el caso de la merluza, el bacalao o el rape para saber si es fresco mírales los ojos, si son transparentes y saltones están recién traídos del mar.

2- El olor es también fundamental, para que sea fresco es necesario que huela bien a mar y la piel tendría que estar brillante, si huele fuerte y mal está pasado y si no huele a nada ha estado congelado antes de sacarlo a la venta y si lo compramos no lo deberíamos de volverlo a congelar en casa.

Si lo hemos comprado fresco, es necesario comerlo al par de días como máximo de haberlo congelado. Si lo compras para consumirlo varios días después es necesario saber que:

1. Se debe congelar solo y no encima de otro que ya lo está, eso haría que variara su temperatura de la capa superficial y se estropearía.

2. Para congelarlo debemos limpiarlo antes, completamente seco y sin ninguna víscera e incluso es aconsejable rellenar la tripa del pescado de papel de cocina absorbente e incluso envasarlo al vacío.

3. Si lo que vamos a congelar son marisco, ha de estar cocido primeramente, envueltos en un paño húmedo con el agua donde se han cocido o del mar y luego con film.

4. Al contrario que los moluscos que han de congelarse crudos y envasados al vacío.