Suena el despertador y no sabemos qué es lo que hemos  hecho para merecer tan perverso castigo, pero la obligación nos llama y hemos de dar la cara ante nuestro jefe.

Legañas fuera, ducha fría y café.

Pero en ocasiones, el café no nos sienta bien. Dientes amarillentos o nervios a flor de piel hace que, ese cafetito que en ocasiones nos sienta tan bien, en otras nos sobre. Además, aunque sus beneficios son conocidos mundialmente, está demostrado que más de tres tazas al día puede poner en riesgo nuestra salud. Si no nos salen las cuentas… ¿qué hacemos?

Hay otras alternativas. Te las contamos.

Té

La alternativa al café más conocida por todos, y es que la teína ayuda a mantenerte bien despierto ya que es un alcaloide que, aunque sea menos excitante que la cafeína, es una buen opción para aquellos que sufren de nerviosismo.

Además, tiene muchos beneficios para tu organismo. Es diurético, antioxidante y ayuda reducir el colesterol.

Y tiene 0 calorías…

Cacao

Posee cafeína, teobromina, anandamina y teofilina, sustancias reguladoras del placer. Además, tiene grandes beneficios antioxidantes, estimuladores y antidepresivos. Siempre es un placer tomarse una taza de cacao y en el desayuno no hace daño a nadie. Cacao puro en polvo en agua o leche, y a por el día.

Avena

La avena es una fuente inagotable de energía que, gracias a su índice glucémico, permite al cuerpo absorberla rápidamente y convertirla en energía casi en el momento.